martes, 8 de enero de 2013

Un año de arte


El 2013 arranca con expectación en lo referente a la programación de los principales museos, galerías y centros de arte de nuestro país. Desde Yo, Picasso, exposición monográfica dedicada a los autorretratos del pintor malagueño que prepara el Museo Picasso de Barcelona, hasta Impresionismo y aire libre: de Corot a Van Gogh, muestra que albergará el Museo Thyssen-Bornemisza de Madrid. Precisamente este último espacio y CaixaForum Barcelona preparan la que será la primera exposición monográfica realizada en España sobre el pintor impresionista Camille Pissarro (1830-1903). La Obra Social ‘la Caixa’ ofrecerá también una interesante e innovadora visión de las primeras fotografías de mediados del siglo XIX bajo el título ‘Seducidos porel arte. Pasado y presente de la fotografía’, además de un recorrido por la obra e historia de quien es considerado el gran mago del cine, Georges Méliès (1861-1938).  
                Por su parte, La Fresh Gallery arranca el curso con la exposición ‘Dolls’, de Iglesias Más, un ejercicio de sencillez y naturalidad fotográfica que, sin embargo, esconde todo un universo interpretativo en torno a la mirada del artista. A esta muestra le seguirá en la galería madrileña ‘Germania’, de Alberto de las Heras, una serie de interesantes dibujos que graban las consecuencias de la locura nazi, la monumentalidad y el delirio arquitectónico proyectado por Albert Speer como representación del poder, y, por último, las principales víctimas de la furia nazi: los judíos, sus rostros y sus objetos; en definitiva, sus vidas.

Cartel de la exposición 'Dolls', de Iglesias Más

               Al Círculo de Bellas Artes de Madrid llegará ProyectoFake’, de Elmyr de Hory (1906-1976), reconocido como uno de los grandes falsificadores de obras de arte de la historia, y en la Galería Rafael Ortiz de Sevilla aterrizará ‘In the mood for landscape’, de Nico Munuera, una exquisita y original pincelada sobre la morfología del paisaje.

Acrílico sobre tela de Nico Munuera


           Aunque, sin duda, una de las muestras más esperadas será la organizada conjuntamente por el Museo Reina Sofía de Madrid y el Centro Georges Pompidou de París dedicada a Salvador Dalí (1904-1989). Un auténtico viaje por el surrealismo personal del artista, su mirada onírica, su valor como pensador, creador y escritor español, haciendo especial hincapié en el método paranoico-crítico desarrollado por el artista como mecanismo de transformación y subversión de la realidad.

UN CURSO EJEMPLAR
Los centros de arte españoles ofrecieron en 2012 toda una programación marcada por muestras admirables, extraordinarias y, en algunos casos, inolvidables. Todas ellas han logrado un gran éxito y una excelente acogida, tanto por parte del público como de la crítica. Por la Galería Rafael Ortiz pasaron los 'Contraespejo-s' de Luis Gordillo. La sala sevillana abrió una ventana hacia un mundo lleno de laberintos y células cibernéticas creado por un artista galardonado, entre otros muchos, con el Premio Velázquez, el Nacional de Artes Plásticas y el Nacional de Arte Gráfico. Formas ambiguas e ilógicas que atraparon al espectador gracias a la brillante construcción de formas y colores de un nombre imprescindible en el arte moderno español.

Exposición 'Contraespejo-s', en la Galería Rafael Ortiz

Obra del artista gráfico Luis Gordillo

Composición del sevillano Luis Gordillo

               Otra de las citas más cautivadoras fue la protagonizada por 'Gauguin y el viaje a lo exótico' en el Museo Thyssen-Bornemisza, un camino que comenzaba con las experimentaciones artísticas del pintor en los Mares del Sur y continuaba con las exploraciones de artistas posteriores como Emil Nolde, Henri Matisse, Wassily Kandinsky, Paul Klee o August Macke, dando así a conocer la impronta de Paul Gauguin (1848-1903) en los movimientos artísticos de las primeras décadas del siglo XX. Paisajes, desnudos y un acentuado y experimentado colorido guían este deseo irrefrenable del postimpresionista por reencontrarse consigo mismo fuera de los convencionalismos occidentales. 

Paul Gauguin, Dos mujeres tahitianas, 1899

Paul Gauguin, Parau api (¿Qué hay de nuevo?), 1892

Paul Gauguin, Haere mai (¡Venid!), 1891

Paul Gauguin, Mata mua (Érase una vez), 1892

                Junto al exótico trabajo de Gauguin, obras que invitaban al viaje, a veces salvaje a veces onírico, a adentrarnos en la relación de los autores con la etnografía, plasmando no sólo la huella del pintor francés sino también el impulso renovador a la vanguardia. Auténticas experiencias que, en ocasiones, hipnotizaban por encima del viaje inicial.

Henri Rousseau, Paisaje tropical con un gorila atacando a un indio, 1910

August Macke, Hombre con asno (Túnez), 1914

Franz Marc, El sueño, 1912

Henri Matisse, Flores y cerámicas, 1913

          Pero, indiscutiblemente, la más aclamada y asombrosa fue la muestra que el Museo Thyssen-Bornemisza realizó con una amplia obra del estadounidense Edward Hopper (1882-1968). 'Americanismo y realismo son, desde sus comienzos, atributos clave de su pintura. Sus cuadros son un fiel retrato del país. Revelan su cara más moderna, pero sin idealizarla, mostrando la realidad de manera simplificada. Aunque existen algunos paisajes y escenas al aire libre, la mayoría de sus obras se desarrollan en lugares públicos, como bares, hoteles, estaciones, trenes..., entornos prácticamente vacíos y con fuertes contraste entre luces y sombras que acentúan la soledad y el dramatismo del hombre moderno'. Pinturas, dibujos, grabados y acuarelas donde el pintor sitúa a personas en soledad, en pareja o en grupo, pero siempre aisladas las unas de las otras, potenciando así la narración implícita en sus composiciones en el imaginario del espectador.
               Junto al ser humano y la vida moderna, otro de los temas recurrentes de Hopper es la arquitectura y el cine, plasmando en sus composiciones su afición por el cine, así como la huella del propio artista en posteriores películas de reconocidos cineastas. Es el caso, por ejemplo, de su obra 'Casa junto a la vía del tren' (1925), perfectamente reconocible en la mansión que más tarde Alfred Hitchcock inmortalizaría en 'Psicosis' (1960). 
             Una obra, en definitiva, con una gran carga formal y poética, aparentemente sencilla pero con un magnífico discurso, intensamente realista y expresivo. Así fue Hopper

Edwar Hopper, Dos en el patio de butacas, 1927

Edward HopperHabitación en Nueva York, 1932


Edward Hopper, Casa junto a la vía del tren, 1925

Edward Hopper, Carretera de cuatro carriles, 1956


Edward HopperEl 'Martha Mckeen' de Wellfleet, 1944


Edward Hopper, Habitación de hotel, 1931


Edward Hopper, Sol de mañana, 1952


_CRÉDITOS
Cartel exposición 'Dolls', de Iglesias Más: La Fresh Gallery.
Fotografías muestra Luis Gordillo y Nico Munuera: Galería Rafael Ortiz.
Imágenes  'Gauguin y el viaje a lo exótico' y 'Hopper': Museo Thyssen-Bornemisza.